Si lo piensas bien, tal vez no sea para tanto, pero tras todo este tiempo, todo parece tan efímero e insignificante que me resulta algo más que extraño. No sabría como definirlo de forma exacta, tal vez solo sea momentáneo o tal vez dure toda una vida.
Es de esas veces en las que hay tal seguridad en tí mismo que desconfías de ello, lo piensas, reflexionas e incluso un leve escalofrío recorre toda la espalda dejando un amargo sabor al que llamaremos miedo.
Ese miedo que nunca se va de nuestras mentes, creando ilusiones y paranoias que solo pueden hacer perder la cabeza. Podríamos hablar de posibles síntomas de locura, pero no la locura tal y como la conocemos; hablamos de una locura que va más allá y que en forma parte de cada uno de nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario